La reforma no expropia ni transfiere los fondos acumulados en tu cuenta individual. Lo que ahorraste hasta ahora se mantiene exactamente igual, bajo tu nombre, con los mismos derechos de propiedad, heredabilidad y visibilidad. Podrás seguir viendo tu saldo, moviéndolo entre fondos (hasta que comiencen a regir los fondos generacionales en 2027) o eligiendo quién lo administra, tal como lo has hecho siempre.
Lo que sí cambia es lo que viene hacia adelante. La reforma se hizo cargo de un tema muy necesario del sistema: si se querían mejores pensiones, había que partir por ahorrar más que un 10% del sueldo. Así, gracias a la reforma, a partir de agosto de este año, los empleadores comenzarán a aportar -de manera gradual- un 8,5% adicional del sueldo imponible al sistema de pensiones: un 7% de ahorro que es completamente nuevo, más un 1,5% que ya existía que correspondía al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS) pero que ahora incluirá otros beneficios y cambiará de nombre a Seguro Social Previsional (SSP).
Ese 8,5% se distribuirá de la siguiente forma:
- 4,5% irá directamente a tu cuenta individual, incrementando tu ahorro sin que pongas un peso más. Este mes de agosto comienza con un 0,1% para ir creciendo año a año.
- 2,5% irá al nuevo Seguro Social Previsional, un fondo solidario que busca, además de asegurar a un trabajador que queda inválido o que fallece, mejorar las pensiones más bajas y compensar a mujeres y trabajadores con trayectorias laborales intermitentes.
- 1,5% se destinará a la Cotización con Rentabilidad Protegida, que funcionará como un “préstamo con retorno garantizado” al sistema solidario. Ese préstamo es por 20 años y luego el 1,5% disminuirá gradualmente a 0% y comenzará a pasar directo a tu cuenta individual. Este dinero también volverá a ti al jubilarte, con intereses y una rentabilidad de UF +2%.
Y si estás pensando en tus futuras inversiones, también habrá cambios. Por ahora, puedes seguir moviéndote según tu elección entre los multifondos A, B, C, D y E. Pero en un plazo de dos años, éstos serán reemplazados por Fondos Generacionales, que ajustan el nivel de riesgo según tu edad: más riesgo para jóvenes, más estabilidad para quienes están cerca del retiro..
La reforma cambia el sistema, sí, pero no tu propiedad sobre tus ahorros. Y eso, al menos, da un poco de certeza en medio de tanto ajuste.